El cerebro es un órgano verdaderamente fascinante. Funciona
a velocidad relámpago, controlando todos los aspectos de nuestra vida y
vigilando desde muy cerca todas nuestras actividades. Todo esto en una gelatina
altamente funcional de 1,3 kg. ¡La manera con la que se volvió tal construcción
es la historia de toda una vida!
Este artículo se apoya ampliamente en los conocimientos
adquiridos en los artículos precedentes sobre las neuronas, los astrocitos, los
oligodendrocitos y la microglia [enlaces para cada artículo]. Es altamente
recomendado explorarlos antes de empezar esta lectura para una mejor
comprensión y, por lo tanto, para incrementar el placer de la lectura. Debido a
la complejidad y al volumen del tema, se tratará en dos artículos.
La materia cerebral es muy similar, tanto por su textura
como por su densidad, a un bloque de gelatina,
encerrado detrás del cráneo como un criminal, en un lugar superior a los demás
órganos. El cráneo, más denso en algunas personas que en otras, protege de
sobra nuestro bloque de gelatina de los peligros exteriores. Al contrario de
las creencias populares, el cerebro no está atado al cráneo. Más bien flota en
una fina capa de líquido que sirve tanto de aislante como de fluido flotante,
trabajando 24 horas al día, todos los días de la semana, para mantenernos en
vida. Y, para la mayoría, lo hace bastante bien con la ayuda de todos los otros
órganos. O, para ser más preciso, porque todos los demás órganos fueron
desarrollados ya sea para prolongar la vida del cerebro, ya sea para replicarla
y mejorarla. Hay un pensamiento al cual hace falta reflexionar.
¿Cómo podemos hacer esto? ¿Cómo podemos pensar? ¿Cómo
podemos formar pensamientos, acordarnos, planificar y resolver problemas
matemáticos complejos, escribir artículos y hacer investigaciones sobre el
órgano mismo con el cual hacemos esas investigaciones? ¿Cómo un pensamiento
puede nacer, cómo una decisión puede ser tomada?
Cualquier persona que pretenda conocer la respuesta
definitiva a esas preguntas puede contactar con https://www.nobelprize.org/ para ampliar sus conocimientos.
¡Podrías ser elegido!
Todo empieza
con un golpe de efecto
Hablar del nacimiento de los pensamientos, es hablar del
desarrollo del cerebro, tanto desde el punto de vista biológico como desde el
punto de vista personal. El secreto reside en alguna parte muy al principio del
desarrollo humano, varias horas después del acto sexual logrado, en el momento
de la fecundación.
Toda vida humana empieza a partir de una sola célula
unificada, cuando un espermatozoide fecunda un óvulo. La unión de los dos se
llama cigoto, y comienza a dividirse
rápido, sin gran diferencia a un tumor. Después de cierto tiempo, el
conglomerado de células forma una esfera parcialmente hueca, del tamaño de una
cabeza de alfiler llamada gástrula. A partir de aquí, podemos distinguir tres
líneas celulares distintas : el endoderma, el ectoderma y el mesoderma. El
endoderma da luz a la mayoría de los órganos internos tales como los pulmones y
el hígado. El mesoderma evoluciona hacia el sistema óseo, los músculos y el
sistema vascular. El ectoderma forma la piel y los sistemas nerviosos
central y periférico.

Desarrollo de un cigoto en una
gástrula, con sus tres capas distintas.
A
este nivel, nuestro cerebro es el equivalente de una lámpara LED equipada de
una fuente de energía y de un interruptor.
Otras divisiones celulares dan luz a formas más
complejas, y una masa crítica de células en una parte del ectoderma llamada
placa neural provoca la formación del tubo neural. Es el precursor de nuestro
cerebro y de la médula espinal. 
Formación del tubo neural.
La formación del tubo a partir de la placa neural, muy
probablemente, se deba a la masa crítica de células que estaban descontentas de
vivir en una placa bidimensional y no en un tubo tridimensional. Esto puede no
parecer científico, pero la mayoría de los estímulos primarios y de las
incitaciones al cambio se deben a las limitaciones físicas del espacio. La formación del tubo neural es un
buen ejemplo de una hoja de papel que se encuentra hacinada en unos
pliegues.
La formación de nuestro cerebro siempre fascinó al ser
humano y, en particular, en el área de la investigación. Todavía estamos
lejos de haber desvelado todos los misterios de esta gelatina encerrada en
nuestra cavidad craneal. Y sin embargo, aprendemos y descubrimos lentamente su
historia : Un cableado como un ordenador, el descubrimiento de las primeras
sensaciones, el nacimiento y por fin la exploración. Es una historia que
continuará.
Fuentes
:
- Dekaban, A.S. and Sadowsky, D.,
Changes in brain weights during the span of human life: relation of brain
weights to body heights and body weights, Ann. Neurology, 4:345-356, 1978
- Hepper, P., "Unraveling
our beginnings", The Psychologist, 18:474-477, 2005.
- Huttenlocher PR, Dabholkar AS.
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Journal of Comparative Neurology. 1997; 387:167–178. [PubMed: 9336221]
- Saladin, K (2011). Anatomy
& physiology : the unity of form and function (6th ed.). McGraw-Hill. p. 541. ISBN
9780073378251.
- Kandel, Eric R. (2006).
Principles of neural science (5. ed.). Appleton and Lange: McGraw Hill. ISBN 978-0071390118.
- Tierney A. L., Nelson C. A.
Brain Development and the Role of Experience in the Early Years. Zero Three. 2009 November 1;
30(2): 9–13.
- BrainConnection.com [no longer
in function]
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