La proteína, esa estrella desconocida
Escuchamos a menudo hablar de ella, sea en términos de salud o de alimentación, pero raras son las personas que saben de lo que se trata exactamente. ¿De dónde vienen nuestras proteínas, cómo están fabricadas y, sobretodo, de qué sirven? Para responder, hay que examinar una célula de cerca y ampliar hasta el núcleo de aquella, el ADN. Es del conjunto de las moléculas, donde se aguarda nuestro patrimonio genético, que proceden las proteínas. En un primer momento, nuestro ADN, quién se presenta bajo la forma de una doble hélice, va a abrirse y así permitir a algunas moléculas llamadas enzimas, leer nuestro ADN y igualmente producir un ARN, dicho mensajero.
Esta etapa es la transcripción. Aquí es donde el ARN mensajero, quién aguarda la preciosa información que permitirá la producción de nuestra proteína, va a extraerse del núcleo de nuestra célula para encontrarse entre ese mismo y la membrana de la célula, y así llegar a la fase de citoplasma. Un nuevo mecanismo se pone en marcha : para obtener nuestra proteína, el ARN mensajero debe ser traducido. La célula apela a una proteína muy gorda, el ribosoma, otro descifrador especia-lizado solo en el ARN mensajero. Va a servir de mesa de montaje de nuestras proteínas.
Estamos entonces en la fase de la traducción. Para que ese ultimo mecanismo funcione, la intervención del ARNt, una molécula procedente de nuestro núcleo, es primordial : esta cargada de ácidos amino y de energía. Esta va a leer e identificar de tres en tres los núcleotidos (son moléculas complejas que forman nuestro ADN. En nuestros esquemas, están ilustrados con unos enlaces rojos y azules entre nuestros dos briznas de ADN) del ARN mensajero. Los ácidos amino, en cuanto a ellos, son fascinantes moléculas, al origen de la vida.
Su combinación y su forma, que eligen una vez ensambladas pueden cambiar completamente las reglas, como modificar nuestra proteína y su función. Una vez pasada la etapa de la traducción, se obtiene una cadena polipeptídica. Para resumir el componente de nuestra proteína. Cada proteína es así compuesta de una o varias de esas cadenas. Y entonces, ¿de qué sirven esas proteínas que tan solo están sintetizadas en 20 segundos y qué, según sus formas, tienen papeles totalmente diferentes? Pues, hacen la mayor parte del trabajo en el seno de nuestras células – como producirse a si mismas – y, como consecuencia, de nuestros órganos. Por ejemplo, los anticuerpos son esas proteínas que se enfocan en los virus y las bacterias con el fin de proteger nuestro cuerpo. También pueden asumir el papel de mensajero para que las células puedan comunicar entre ellas o con el medio que las rodea. Somos así compuestos de todo tipo de proteínas, pequeñas, grandes.
Entonces esas famosas proteínas no solo se encuentran en nuestro plato. Aunque nuestro cuerpo sea una maravillosa maquina eficaz, no podemos producir sin embargo todos los ácidos amino necesarios a la fabricación de nuestras proteínas. Nueve de ellas deben proceder de nuestra alimentación. Son los ácidos amino esenciales. Por tanto, una alimentación equilibrada y diversificada es necesaria para el buen funcionamiento de nuestras células y entonces a la fabricación de nuestras proteínas gracias a los ácidos amino que encontramos en nuestro plato !
Figura : Esquema de la síntesis de una proteína en una célula animal.
Fuentes :
1. Nature.com. Protein function
2. Bruce Alberts et al. Molecular Biology of the Cell. 4th edition. Garland Science.2002.
3. Peter Lengyel and Dieter Söll. Mechanism of protein biosynthesis. Bacterial reviews, June 1969. 264-301. Vol 33. No. 2.
4. Philippe Luchetta. Biologie Moléculaire. Dunod. 2009.
5. Uniprot.org
6. US. National Library of Medecines. What are proteins and what they do?.2019.
7. http://www.hprd.org/. Protein data base.
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