Una salud que se esfuma

Una salud que se esfuma

Primera causa de mortalidad en todo el mundo, el tabaco ejerce un verdadero control deletéreo en nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Para librarnos, los investigadores trabajan sobre un abandono suave sin nicotina, fuente de nuestra adicción.


El tabaco proviene de hojas de tipo Nicotiana, de la familia del árbol nocturno, en América del Norte y del Sur. Unos estudios arqueológicos han demostrado que los Amerindios lo usaban hace más de 5000 años para prácticas espirituales y medicinales.  


Hoy en día, el tabaco se utiliza bajo diferentes formas en todo el mundo. Aquí, nos centraremos en la más conocida y más expandida : el cigarrillo. Cada día, 18 millardos de cigarrillos se venden para 1,3 millardo de fumadores. Según la OMS,se achacan 8 millones de fallecimientos al tabaco cada año.



El cigarrillo y su composición explosiva

Aunque sea bien conocido -pero no impiden fumar-, el cigarrillo contiene componentes altamente tóxicos. Se halla en él amoniaco, un potente gas tóxico; acetona, un solvente y decapante; butano, un producto inflamable que se encuentra en la gasolina de mechero; cianuro de hidrógeno, un ingrediente mortal de matarratas; monóxido de carbona, un gas tóxico presente en los tubos de escape; metanol, un carburante para motores de cohete; formaldehído, un agente conservador de cadáver; cadmium, usado en las pilas y polonium 210, un elemento radioactivo. Por sus 7000 componentes químicos, el cigarrillo facilita y provoca cierto número de enfermedades. Entre las más frecuentes, se encuentran las enfermedades coronarias y los ACV, los canceres de pulmon y de las vías respiratorias, puede provocar abortos espontáneos y el subdesarrollo de feto, la disminución de la fertilidad y aumentar el riesgo de Alzheimer.

Uno de los componentes emblemáticos del cigarrillo y que se encuentra incluso en productos que permiten abandonar es la nicotina.



La nicotina, una droga que se apodera del poder

Hay una adicción cuando uno consume una sustancia de manera no controlada y en exceso. Es el caso de la nicotina para un fumador. Según los investigadores, no somos todos iguales frente a esta adicción. Unas predisposiciones genéticas entran en juego, es la razón por la cual es más o menos difícil dejar de fumar.

¿Cómo actúa esta nicotina en nuestro organismo?

Cuando el humo entre en nuestros pulmones, la nicotina va a pasar rápidamente en nuestra circulación sanguínea y expandirse en todo nuestro cuerpo, nuestros órganos y particularmente al nivel del cerebro. La nicotina va a establecer en él un vínculo con un interruptor llamado receptores colinérgicos nicotínicos. Este interruptor, una vez accionado, va a permitir el envío de numerosos mensajeros (los neurotransmisores) entre los cuales la dopamina.

Esquema de la interacción nicotina/dopamina en el cerebro


Esta molécula se asocia a la señal de una experiencia agradable y de placer. Pero, en realidad, el mensaje es mucho más complejo que esto. La dopamina puede liberar un efecto igual de positivo que de negativo.


Unos estudios epidemiológicos (estudio de problemas de salud a la escala de una población) establecer la relación con los trastornos del humor y el tabaco. Una exposición a la nicotina aumenta el estrés y al contrario con estrés/consumo de nicotina. Entre los dos, constituyen una pareja “morbida”. El riesgo de desarrollar esta enfermedad está presente desde el principio, durante y mientras un abandono del tabaco. La depresión perpetua el tabaquismo. 


Durante un consumo regular de tabaco, y entonces de nicotina, una remodelación del cerebro se va a efectuar. Esta alteración es muy rápida: tres días de consumo de nicotina bastan. Sin embargo, el camino inverso es mucho más arduo, particularmente por culpa de la memoria asociativa (Véase el artículo Las heurísticas, estos atajos de pensamientos cotidianos), (reflejo café, cigarrillo en el trabajo). Por lo tanto, un adolescente que empezaría a fumar y cuyo cerebro no estaría maduro sufriría una remodelación de sus conexiones neuronales y así aumentaría su riesgo de desarrollar una depresión. 


Pero el tabaco no se detiene al cerebro, daña al ADN al fijarse vía una carga compartida (como un imán que tiene un polo - atraído por un imán que tiene un polo +). Esta relación se llama covalente. Entonces, se obtienen trozos dañados de ADN llamados aductos. Si el ADN no se repara correctamente en el transcurso de las próximas divisiones celulares que permiten la renovación de las células, se encontrarán mutaciones. Aquellas, si son muy importantes, pueden conducir luego a la creación de tumores.

 

Esquema de una mutación del ADN provocado por un componente químico del tabaco


La alternativa del cigarrillo electrónico, una solución falsa

El cigarrillo, lo hemos entendido, hace daño. Entonces, ¿qué pasa con el cigarrillo electrónico? Con las evoluciones tecnológicas, el desarrollo del cigarrillo electrónico consiguió hacer un hueco al inventar e imitar hasta sabores de chuches para seducir a los más jóvenes. ¿Es menos tóxico a pesar de ello?


Pocos estudios e investigaciones se hicieron sobre este tema. Sin embargo, sabemos que esta práctica sigue irritando los pulmones y que el cigarrillo electrónico contiene nicotina pura. Esta tasa alta de nicotina refuerza las modificaciones de nuestro sistema de recompensa al nivel de cerebro y aumenta altamente los efectos del estrés, la susceptibilidad y el desarrollo de los trastornos del humor.



La falsa noticia cigarrillo / COVID

Aun así, fumar tendría lados positivos? Al comienzo de la pandemia del COVID-19, varios medios han transmitido el hecho que el cigarrillo y en particular la nicotina protegería del virus. En esta etapa de la epidemia no era posible tener suficiente distancia para poder sacar este tipo de conclusión. Ningún estudio científico permitía averiguar esta relación. Sin embargo, el COVID que afecta las vías respiratorias y que infiltra vía las mucosas que tapizan la nariz, la boca y las branquias, y el tabaco que se ataca también a las vías respiratorias, se supone que la combinación de los dos aumenta el riesgo infeccioso.



Acabar con el tabaco, un verdadero rompecabezas

Dejar de fumar permitiría ya no tener todos estos problemas, ¿pero es tan simple? Cuando una persona quiere acabar con el tabaco, tiene que enfrentarse a numerosos obstáculos entre los cuales se encuentran trastornos emocionales y físicos tales como una toma de peso, una irritabilidad, una ansiedad incrementada… Actualmente, las medidas de tratamiento establecidas para permitir dejar de fumar se hacen a base de nicotina. El objetivo de la investigación actual es desarrollar otras moléculas que permitirían pasar de esta droga para proponer elementos más suaves y menos invasivos para nuestro organismo. Pero la mayor dificultad para los investigadores es la complejidad de nuestro cerebro. Varios tipos de neuronas, que tienen roles y funciones diferentes en él, reaccionan a menudo a las mismas moléculas administradas, lo que no se desea : el desafío es entonces encontrar una manera de concebir medicamentos capaces de enfocarse sólo en las zonas deseadas. Para un abandono eficaz y sin daños. ¿Pronto será una realidad?




Fuentes :

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2.   Onor, I. O. et al. Clinical Effects of Cigarette Smoking: Epidemiologic Impact and Review of Pharmacotherapy Options. Int J Environ Res Public Health 14, (2017).

3.   Contesse, T. et al. Dopamine and glutamate receptors control social stress-induced striatal ERK1/2 activation. Neuropharmacology 190, 108534 (2021).

4.   Centers for Disease Control and Prevention (US), National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion (US), & Office on Smoking and Health (US). How Tobacco Smoke Causes Disease: The Biology and Behavioral Basis for Smoking-Attributable Disease: A Report of the Surgeon General. (Centers for Disease Control and Prevention (US), 2010).

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6.   Fernandez, S. et al. Mesopontine cholinergic inputs to midbrain dopamine neurons drive stress-induced depressive-like behaviors. Nature Communications 9, (2018).

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10. Bonnie, R. J. et al. The Effects of Tobacco Use on Health. Public Health Implications of Raising the Minimum Age of Legal Access to Tobacco Products (National Academies Press (US), 2015).

11. West, R. Tobacco smoking: Health impact, prevalence, correlates and interventions. Psychol Health 32, 1018–1036 (2017).

12. Mishra, S. & Mishra, M. B. Tobacco: Its historical, cultural, oral, and periodontal health association. J Int Soc Prev Community Dent 3, 12–18 (2013).

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6 m
21 de noviembre de 2023
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